Retinopathy of Prematurity - What You Should Know About It

La retinopatía del prematuro (ROP por sus siglas en inglés) es una de las enfermedades que pueden dañar la visión de los niños al nacer y más adelante si no se trata. Dependiendo de su gravedad, puede llegar a causar pérdida de visión e incluso ceguera.

¿Qué es la retinopatía del prematuro?

Se caracteriza por el crecimiento de vasos sanguíneos anómalos en el ojo que sangran y derraman fluidos, pudiendo provocar un desprendimiento de retina parcial o total. Si no se trata, puede causar pérdida de visión e incluso ceguera.

La ROP normalmente se da en ambos ojos, pero se desarrolla a ritmos diferentes en cada uno. La gravedad de la enfermedad se mide en 5 fases:

En sus dos fases iniciales, la ROP normalmente mejora por sí misma y no requiere tratamiento. Tampoco provoca ningún problema en la visión a largo plazo.

Si evoluciona a la tercera fase, empiezan a crecer vasos sanguíneos anómalos que se extienden hacia el centro del ojo y causan complicaciones. Aún es posible que la enfermedad mejore por sí misma, pero será necesario examinar los ojos del bebé para comprobar si se necesita tratamiento, pues existe un mayor riesgo de pérdida de visión. En el caso de necesitar tratamiento, hacerlo adecuada y prontamente puede ayudar a prevenir o reducir el impacto de la ROP.

La cuarta fase se caracteriza por un desprendimiento parcial de la retina. Cuando los vasos sanguíneos anómalos sangran, se crea tejido cicatricial que hace que la retina se separe de la parte posterior del ojo.

En la quinta fase se produce un desprendimiento total de la retina que puede causar una discapacidad visual severa e incluso ceguera si no se toman medidas para tratarla.

¿Qué causa la retinopatía del prematuro?

Una de las principales causas de esta enfermedad es el nacimiento prematuro, cuando el bebé nace con un peso por debajo de lo normal. Nacer de manera prematura puede interrumpir el crecimiento de los vasos sanguíneos que se forman alrededor de la retina en los ojos del bebe, haciendo que no se desarrollen adecuadamente.

Síntomas de la retinopatía del prematuro

Como esta enfermedad se desarrolla en el interior del ojo del bebé y a una edad muy temprana, en la que este no puede comunicar los cambios en su visión, normalmente la ROP solo puede diagnosticarse durante una revisión ocular llevada a cabo por un especialista.

Desde los primeros 6 meses hasta un año después de su nacimiento, es posible que un bebé en un estado avanzado de ROP puede presentar síntomas visibles, como:

  • Nistagmo (movimientos rápidos e incontrolables del ojo)

  • Pupilas blancas

Sin embargo, estos síntomas también pueden ser indicativos de otras enfermedades oculares. En general, es una buena idea realizarle revisiones oculares frecuentes a tu bebé, especialmente si nació prematuramente o con un peso inferior al normal.

Tratamiento para la retinopatía del prematuro

Afortunadamente, esta enfermedad no suele ser grave y, en la mayoría de los casos, no requiere tratamiento. Alrededor de 9 de cada 10 niños que la padecen se recuperan por sí solos y la enfermedad no evoluciona más allá de la primera o segunda fase.

En casos más graves, cuando se requiere tratamiento, hay métodos muy efectivos. El tratamiento podría consistir en:

  • Terapia con láser

  • Crioterápia

Ambos procedimientos tienen como objetivo ralentizar o evitar el crecimiento de vasos sanguíneos anómalos al destruir partes específicas en la periferia de la retina. Por desgracia, normalmente causan algo de pérdida de visión periférica, aunque la visión central permanece intacta.


En conclusión

La retinopatía del prematuro puede tener graves consecuencias, por lo que es importante realizarle revisiones oculares frecuentes a tu bebé, especialmente si nació prematuramente.

Otras complicaciones que puedan aparecer como resultado de esta enfermedad, como el nistagmo, tienen tratamiento.

En el caso de las personas que ya hayan perdido parte de su visión debido a esta enfermedad, existen diferentes herramientas y ayudas para la baja visión, como las lupas, que pueden ayudarles a realizar tareas de manera independiente. Puede que también necesiten llevar gafas graduadas.